En las clases de iniciación a la costura muchas veces me preguntáis: ¿Tengo que rematar? …y yo siempre contesto: “Sí, siempre al inicio y al final de la costura hay que rematar”.
Es importante que fijéis bien la costura rematándola o atacándola porque de esta manera no se descoserá echando a perder vuestra labor. Imaginaros que no habéis afianzado bien el inicio y el final de la costuras de un pantalón y al cabo de un rato de llevarlo puesto se os empieza a descoser 😰.
Por eso siempre insisto mucho desde la primera clase en que os acostumbréis a rematar tanto el inicio de la costura como su final. Podemos hacerlo de varias maneras:
A mano aprovechando el hilo que nos sobra al inicio y al final la costura, siempre que no lo cortemos muy justo. Si nos permite enhebrarlo tan sólo debemos hacer varias puntadas en el inicio o final de la costura hasta que quede fuerte y no se deshaga, además incluso podemos hacer un nudo. Este caso lo utilizo cuando quiero que el atacado me quede muy limpio y lo que hago es traspasar el hilo superior a la parte interna y rematarlo por dentro.
A máquina. En las máquinas más sencillas tenemos la opción del retroceso (reverse), tan sólo debemos bajar la palanca o presionar el botón al mismo tiempo que le damos al pedal y entonces la máquina irá hacia atrás cosiendo encima de esta costura inicial y así, reforzándola.
En las máquinas digitales, además tenemos la opción del botón de puntada de seguridad, que lo que hace es coser varias veces en el mismo punto quedando un atacado muy limpio. Esta opción me gusta mucho sobretodo cuando tengo que dejar una abertura para luego dar la vuelta a la labor, así me aseguro de no pasarme.